Sabemos que el viento seca la ropa y hace caer los pajaritos de sus nidos, pero el viento tiene efectos mucho más importantes sobre nuestras vidas que no podemos percibir tan fácilmente. Esto es especialmente cierto para el hombre de mar. Más allá de llenar velas y levantar olas, el viento juega un rol fundamental en el funcionamiento del océano, afectando desde el clima hasta la pesca.
Como casi todo en nuestro planeta, el viento ha cambiado en el tiempo y es muy probable que cambie aún más durante las próximas décadas debido a los cambios climáticos que estamos experimentando. Dada su importancia, en el Centro de Conservación Marina (CCM) estamos investigando cómo responderá el mar a los cambios en el viento, ya que de ellos dependerá la circulación oceánica.
Chile se puede separar en tres grandes zonas según el carácter de los vientos que influyen en la costa. Desde la Región de Coquimbo hacia el norte, el viento del suroeste sopla sostenidamente durante todo el año, sin grandes cambios entre invierno y verano. Desde la Región de Valparaíso hasta la del Bío Bío el viento del suroeste es persistente solamente en primavera y verano, ya que el paso de los temporales de invierno trae vientos del norte. Al sur de la Región del Bío Bío hay vientos de todas las direcciones todo en todo el año, pero predomina el viento del norte.
Como el viento es el gran responsable de hacer mover el océano, estas diferencias en los regímenes de viento producen diferencias importantes en la circulación del mar entre las tres zonas. Una diferencia notable está en la frecuencia de los eventos de surgencia, el proceso donde el viento del suroeste, con la ayuda de la rotación de la tierra, empuja el agua superficial del mar hacia afuera, obligando al agua profunda – fría y rica en nutrientes – a asomarse en la costa. La llegada de estos nutrientes es como tirar abono al mar, permitiendo el aumento de las algas microscópicas llamadas fitoplancton, que son el sustento de todo el ecosistema marino, algo como el pasto de océano. Así el viento y la surgencia explican la tremenda riqueza de recursos pesqueros que existe en Chile y Perú.
Las diferencias en los vientos entre el norte y sur producen cambios en la frecuencia e intensidad de los eventos de surgencia a lo largo de la costa chilena. Los patrones de viento y de surgencia han sido persistentes hace siglos, pero es muy probable que, poco a poco vayan cambiando.